La Ciudad de México es famosamente conocida por su caos vial. Los miles y miles de carros, los microbuseros, los taxistas, los muy lentos, los cafres, etc.; pero uno de los peores dolores de cabeza y que casi nadie cuenta, son los ciclistas y motociclistas. ¡Quién les dijo que son iguales a un carro!
En este artículo, vamos a dejar correr todo el coraje que nos han hecho sentir al salir de la nada, o por estar a punto de rayar nuestro carro. Vamos a decir porque sí en verdad a veces no queremos a los ciclistas y motociclistas.
Primero que nada, reducen las calles para crear mejores ciclovías… ¡PARA QUE NI SIQUIERA LAS USEN!
Después… estás personas se creen
invencibles. Mínimo los conductores de auto traemos un pedazo de metal que nos
proteja, pero ellos se te meten, te salen de la nada a toda velocidad, cuando solo
los protege un casco si bien te va. Y ahí de ti si le das un “besito” o
toquesito… Nomás pa´puro susto.
Ahora que ya tocamos más el tema de que los ciclistas y motociclistas que se sienten como si trajeran un auto, lo único peor que un carro lento en la vía rápida, es cuando ellos creen que sus piernitas atléticas son iguales a un motor. Más de uno les hemos querido echar el carro, pero somos personas decentes y civilizadas.
También, algo que les tenemos que reconocer a estas personas, es su gran habilidad de acomodo. ¿Quién no ha visto al papá, a la mamá, al hijo, al perro, el mandado, y a la abuelita Coco trepados en una motito para dos? Muy inteligente y seguro de su parte.
En fin, podríamos seguir diciendo casos en los que los ciclistas y motociclistas han entorpecido la vialidad en la gran ciudad, pero creemos que una imagen dice más que mil palabras…
Cuéntanos en los comentarios qué tal te ha ido a ti con los ciclistas y motociclistas, y compártenos tu mejor historia.